Guardián de la calidad del producto: ¿Qué hace un operador logístico de la cadena de frío?

Es un hecho que vivimos en un mundo globalizado en el que cada vez más consumimos productos de otras latitudes. La cadena de frío es fundamental, no solo para los alimentos, sino también para los medicamentos y productos químicos. En este artículo aprenderemos algunos puntos clave sobre este proceso logístico y qué hace un operador de la cadena de frío.

En 2020, a raíz de la pandemia surgió la necesidad de producir y exportar vacunas a todo el mundo, haciendo de la cadena de frío un jugador clave en la salvación del planeta. Tal es así, que para ese año, el mercado se valoró en más de 220 millones de dólares

Además, actualmente existe el problema del desperdicio de alimentos y medicinas por errores en la cadena de frío, que en conjunto con el crecimiento del mercado minorista está impulsando la expansión del mercado logístico de la cadena de frío.

Operador logístico de la cadena de frío: el responsable de que tus alimentos y medicinas lleguen en buen estado

Ya que el mercado está en crecimiento, se requieren más profesionales para cubrir las necesidades. En este sentido, el operador de la cadena de frío es muy demandado a nivel mundial. Pero ¿exactamente qué hace y de qué se encarga?

Un operador de la cadena de frío se encarga de gestionar esta cadena y se asegura de que se conserven los productos correctamente durante su transporte, almacenamiento y distribución. Generalmente es una empresa especializada en gestionar productos perecederos que maneja de manera profesional el mantenimiento específico de la temperatura.

Es una pieza fundamental dentro de la logística de la empresa, ya que garantiza la calidad y seguridad de los productos, además de salvar millones de dólares por la pérdida de mercancía.

Servicios que ofrece un operador de la cadena de frío

  • Transporte refrigerado: como su nombre lo indica, este servicio consiste en trasladar los productos desde su origen hasta el punto final en vehículos acondicionados para mantenerlos refrigerados.
  • Almacenamiento en frío: mantenimiento de los productos en neveras o cámaras frigoríficas con control de temperatura y humedad hasta su distribución.
  • Distribución: entrega final de los productos a sus respectivos destinos (tiendas, hospitales o centros de distribución).

Hablemos de la cadena de frío, ¿cómo se maneja?

La cadena de frío es el conjunto de normas y procedimientos que aseguran el correcto funcionamiento de la logística del frío, manteniendo las condiciones óptimas de temperatura, humedad y calidad del aire en cada etapa. Su objetivo es preservar y extender la vida útil de los productos, así como evitar su deterioro o pérdida de potencia. ¿Cómo se logra?

Para entender este tema debemos comenzar por la base: la cadena de frío está formada por varias etapas, entre las que se encuentran:

  • Producción o elaboración del producto
  • Embalaje o envasado 
  • Almacenamiento en cámaras frigoríficas 
  • Transporte en vehículos refrigerados o isotermos
  • Distribución y venta en puntos de venta autorizados 
  • Uso o consumo por parte del usuario final. 

En cada una de estas etapas se deben respetar los rangos de temperatura establecidos para cada tipo de producto, así como las normas de higiene y seguridad alimentaria. Para ello, se requiere de equipos e instalaciones adecuados, sistemas de control y monitoreo de la temperatura, personal capacitado y protocolos de actuación en caso de incidencias. 

Aquí es donde entra en acción el operador de la cadena de suministro y sus servicios profesionales, ya que es quien vela porque todos estos procesos se cumplan a cabalidad asegurándose de que se existan factores clave como: 

  • Tipo y estado del producto
  • Tipo y material del embalaje o envase
  • Capacidad y funcionamiento de los equipos e instalaciones frigoríficas
  • Frecuencia y duración del transporte
  • Condiciones ambientales y climáticas
  • Normas y regulaciones vigentes
  • Buenas prácticas de manipulación y almacenamiento. 

Riesgos de romper la cadena de frío

Los riesgos y las consecuencias de romper la cadena de frío pueden ser graves tanto para los productos como para los consumidores. Entre los que podemos mencionar se encuentran la pérdida de calidad organoléptica (sabor, olor, color, textura) y nutricional del producto. También están la alteración o la contaminación microbiológica, química o física del producto, la reducción del tiempo de vida útil o la caducidad anticipada del producto. 

Y en última instancia, la ineficacia o la toxicidad del producto en caso de medicamentos o vacunas y la aparición de enfermedades o intoxicaciones alimentarias en los consumidores. Por todo ello, es fundamental respetar y garantizar la continuidad de la cadena de frío en todo el ciclo logístico. 

¿Qué compone la cadena de frío y cuáles son sus niveles?

Una instalación frigorífica para la cadena de frío está compuesta por una serie de componentes que permiten extraer el calor de los productos que se quieren conservar y cederlo al ambiente exterior.

Estos son los componentes básicos:

  • Compresor: aspira el refrigerante en forma de vapor a baja presión y temperatura y comprimirlo hasta alcanzar una alta presión y temperatura.
  • Condensador: es un intercambiador de calor donde el refrigerante se enfría y se condensa, pasando de vapor a líquido.
  • Válvula de expansión: reduce la presión y la temperatura del refrigerante líquido, preparándolo para entrar en el evaporador.
  • Evaporador: es otro intercambiador de calor donde el refrigerante se evapora y absorbe el calor de los productos que se quieren enfriar. 
  • Termostato: es el dispositivo que regula el funcionamiento del compresor según la temperatura deseada en el interior del recinto frigorífico. 

Los niveles o rangos de temperatura que se utilizan en la cadena de frío dependen del tipo de producto o proceso que se quiera realizar. Por ejemplo, para la conservación de alimentos frescos o vacunas sensibles al congelamiento se utiliza la refrigeración, que consiste en mantener una temperatura entre 0°C y 8°C. 

Para la conservación de alimentos congelados o vacunas liofilizadas se utiliza la congelación, que implica una temperatura entre -18°C y -35°C. Para procesos especiales como la criogenia o la conservación de vacunas contra la COVID-19 se utiliza la ultracongelación, que requiere una temperatura por debajo de -35°C.

¿Y cómo hacen los operadores para asegurar la calidad y seguridad de los productos?

Para evitar que los productos estén expuestos a variaciones térmicas y a sufrir alteraciones o contaminaciones que afecten a su seguridad y a la salud de los consumidores, un operador de la cadena de frío implementa la siguientes medidas: 

  • Siguen las buenas prácticas de manipulación e higiene, evitando el contacto con los productos y protegiéndolos de agentes externos.
  • Realizan planes de limpieza y desinfección de las instalaciones, los vehículos, los equipos y los contenedores que usan para el transporte y almacenamiento de los productos.
  • Hacen controles de calidad y trazabilidad de los productos, verificando y registrando las condiciones óptimas de temperatura, humedad, tiempo y espacio en cada fase de la cadena.
  • Cuentan con sistemas de prevención y gestión de riesgos, como alarmas, sensores, termógrafos o dispositivos GPS, que les permiten detectar y corregir cualquier anomalía o desviación que pueda afectar a la cadena de frío.

En complemento, utilizan distintos instrumentos de control para la cadena de frío. Los más comunes son: 

  • Termómetros para la supervisión de temperaturas: permiten medir la temperatura de los productos que se encuentran en la cadena de frío. Ejemplo: termómetros por infrarrojos, termómetros de penetración y termómetros combinados.
  • Higrómetros para la supervisión de la humedad: miden la humedad relativa del ambiente en el que se encuentran los productos
  • Controles de temperatura: monitorean la temperatura de los productos en tiempo real y alertan si se produce alguna variación
  • Registradores de temperatura: registran la temperatura de los productos a lo largo del tiempo, lo que permite analizar la evolución de la temperatura y detectar posibles problemas

¿Cómo se lleva a cabo el almacenaje de refrigerados? 9 elementos que lo definen

Para llevar a cabo el almacenaje de refrigerados es necesario contar con instalaciones logísticas adaptadas, maximizar el espacio de almacenaje, utilizar sistemas de almacenaje adecuados, realizar un transporte adecuado y cumplir con las normas y reglamentos de la cadena de frío.

  • Ubicación de la instalación frigorífica
  • Ubicación de la sala de máquinas
  • Circulación del aire
  • Tiempo de funcionamiento de la cámara
  • Características del producto
  • Temperatura específica del producto y de su embalaje
  • Paso de personal
  • Calor residual
  • Apertura de las vías de acceso

Factores que definen el éxito de la cadena de frío

  • Medición y control de la temperatura
  • Almacenamiento sanitario y con logística eficaz
  • Monitoreo y control de la cadena de frío
  • Personal capacitado
  • Equipamiento y sistemas adecuados
  • Transporte especializado en frío
  • Registro de condiciones de almacenamiento
  • Uso eficiente del espacio

La elección de un buen operador de la cadena de frío también es un factor de éxito para garantizar la seguridad y calidad de los productos. Estos son algunos consejos para elegir al ideal:

  • Decántate por un operador con experiencia de calidad para gestionar la cadena de frío de forma eficiente y segura.
  • Es recomendable elegir un operador que tenga certificaciones y acreditaciones que garanticen su capacidad para cumplir con los estándares de calidad y seguridad.
  • Busca una relación óptima entre el precio y el valor añadido que ofrece el operador de la cadena de frío.
  • El operador debe ofrecer flexibilidad en soluciones personalizadas, ágiles y eficaces ante cualquier necesidad del cliente.
  • Elige operadores innovadores que incorporen las últimas tecnologías y tendencias en su gestión de la cadena de frío.
  • Debe ser sostenible y minimizar el impacto negativo de su actividad sobre el medio ambiente y la sociedad reduciendo el consumo energético, las emisiones de carbono y la generación de residuos.

Respetar la cadena de frío es clave para preservar la calidad de los productos y la seguridad de tus clientes. Elige bien a tu operador de la cadena de frío para que juntos transiten el camino a la eficiencia.

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