El control de la cadena de frío no es solo un concepto técnico, es un compromiso de calidad y seguridad con el cliente final. No se trata únicamente de una secuencia de procesos, sino que es un sistema vital que garantiza que alimentos y fármacos —entre otros productos— mantengan sus propiedades esenciales y lleguen al consumidor tal como fueron concebidos.
La importancia del control en la cadena de frío radica en su capacidad para preservar la integridad de productos perecederos, protegiendo no solo su valor comercial, sino también salvaguardando la salud pública.
Un control riguroso y meticuloso es la diferencia entre un producto de calidad y uno que pone en riesgo o ineficaz. Por ello, el dominio de la cadena de frío es un arte que requiere precisión, conocimiento y una constante búsqueda de innovación.
Procesos en los que el control de la cadena de frío es clave
Ya sabemos que la logística es como un gran rompecabezas en el que cada pieza debe calzar a la perfección para lograr los resultados esperados. Cada movimiento y punto es crítico, por lo que hay que prestar máxima atención a los detalles para lograr la precisión en cada etapa.
Existen algunos procesos clave para el control de la cadena de frío, veamos cuáles son:
- Carga de los productos: en este punto el tiempo es el factor clave para el control de la cadena de frío. La agilidad es clave, la carga veloz y meticulosa en el vehículo es vital para mantener la temperatura ideal.
- Almacenamiento: en esta pausa estratégica cada producto debe reposar en un espacio que cumpla con altos estándares para salvaguardar la calidad del producto. Para ello se requiere una gestión eficiente del inventario y contar con un buen layout del almacén.
- Transporte y distribución: el medio de transporte que elijas debe cumplir con las condiciones necesarias para almacenar los productos de manera correcta. El tiempo de carga es fundamental, al igual que la planificación de las rutas óptimas para distribuir los pedidos.
- Venta: existen productos que requieren de una temperatura adecuada aun en la tienda donde el consumidor lo comprará. En el caso de medicamentos como vacunas o alimentos como las carnes y los lácteos, deben mantener el control de la cadena de frío para mantener la calidad y efectividad.
- Descarga: al momento de entregar los productos a los puntos de distribución o a los consumidores se deben mantener los mismos estándares de la cadena de frío que de los procesos anteriores. Generalmente este es uno de los puntos donde suele romperse la cadena por la lentitud con la que se maneja. Para evitarlo es necesario planificar en función de la cadena de frío, además de optimizar las rutas de entrega, sorteando obstáculos y posibles retrasos.
¿Cómo optimizar el control de la cadena de frío en cada punto?
Como has podido leer, el control de la cadena de frío consta de diferentes momentos críticos en los que se debe prestar más atención al detalle para salvaguardar la calidad del producto hasta su consumo final.
¿Cuáles son las recomendaciones que te ayudarán a asegurar la cadena de frío a través de todos los puntos críticos? Conócelos a continuación:
- Diseña un flujo logístico que se adapte a las necesidades específicas del producto. En el caso de los alimentos, por ejemplo. se deben contemplar las temperaturas óptimas para garantizar su frescura.
- Alineado con el punto anterior, el monitoreo constante y riguroso de la temperatura es crucial en cada etapa de la cadena de frío. Implementar sistemas automatizados que alerten sobre cualquier desviación puede ser una inversión inteligente para prevenir pérdidas.
- Optimizar las rutas y anticipar los contratiempos son estrategias que reducen el tiempo de exposición del producto a temperaturas no controladas y mejoran la eficiencia operativa.
- Utiliza contenedores isotérmicos, vehículos refrigerados con sistemas de control fiables y materiales aislantes de calidad para tener una cadena de frío robusta.
Estas recomendaciones son puntos de partida para una gestión efectiva de la cadena de frío. La implementación de tecnologías avanzadas y la capacitación continua del personal también juegan un papel importante en la optimización de estos procesos.
Sin calidad: consecuencias de la pérdida de la cadena de frío
La ruptura de la cadena de frío puede desencadenar una serie de eventos adversos que comprometen la confianza del consumidor y la reputación de la marca. Evidentemente, mientras más tiempo esté rota la cadena, mayores son las consecuencias para el producto.
Si, por ejemplo, hubiese algún problema como falla de electricidad o del dispositivo o equipo encargado de la temperatura y llegase a descongelarse un alimento, la actividad microbiana se reactivará, así se haya descongelado de manera parcial.
Si no ha pasado mucho tiempo y volvemos a congelar el alimento, la proliferación de bacterias se detendrá pero ya el producto habrá sufrido un deterioro que acarrea consecuencias como riesgo de intoxicaciones, pérdida nutricional, menor tiempo de conservación, entre otras.
Ahora en conocimiento de esta información sabes por qué ningún alimento descongelado debería congelarse de nuevo, salvo que haya sido procesado y cocinado a temperaturas mayores a los 70°C.
¿Cómo saber si se ha roto la cadena de frío?
Detectar la ruptura de la cadena de frío en cualquier producto puede llegar a ser complicado por la falta de evidencias, sin embargo, si hablamos de productos refrigerados y congelados hay algunos elementos que pueden ayudar.
Además de lo obvio (como cambios en la textura, color y aroma de un producto), existen algunos factores que nos ayudarán a identificar si un producto congelado ha perdido la cadena de frío.
Entre estos aspectos podemos destacar la formación de escarcha en el empaque o en el mismo alimento por el agua que se ha vuelto a congelar tras romperse la cadena. También el estado del envase, si este es de cartón y está muy blando, ya sabemos que ha pasado por un proceso de descongelamiento.
Por último, también podemos saber si el producto estuvo congelado a una temperatura adecuada. Solo debemos notar en cuánto tiempo se descongela, si toma poco tiempo, esto indica que el alimento no estuvo congelado a la temperatura ideal.
Herramientas para monitorear el control de la cadena de frío: ¿Cómo garantizar la calidad de los productos?
El monitoreo efectivo de la cadena de frío es esencial para garantizar la integridad del producto durante su transporte y almacenamiento. Existen diversas herramientas que no solo ayudan a garantizar la calidad de los productos sino también a proteger su seguridad y reportar posibles robos o extravíos de mercancía.
Estas herramientas son fundamentales para mantener un control riguroso sobre las condiciones críticas que afectan la calidad del producto. La implementación de estas tecnologías permite una gestión proactiva y eficiente de la cadena de frío.
Equipos de lectura en destino o loggers
Estos dispositivos digitales registran la temperatura y humedad, permitiendo la descarga y análisis posterior de los datos. Son capaces de medir tanto las condiciones ambientales como la temperatura interna del producto mediante sondas.
Equipos de lectura en tiempo real o trackers
Permiten el monitoreo constante de variables a través de plataformas en línea o aplicaciones móviles, enviando alertas cuando los parámetros salen de los rangos establecidos, lo que posibilita acciones correctivas inmediatas.
Algunos de ellos pueden integrar sensores de luminosidad para detectar la apertura de puertas, proporcionando información valiosa sobre la exposición del producto a condiciones externas durante el transporte.
De igual forma, también pueden incluir monitores de CO2 y atmósferas controladas. Tales dispositivos son específicos para algunos productos como frutas pues miden los niveles de CO2 para controlar la maduración durante el transporte y también monitorean la composición del aire para mantener condiciones óptimas.
Gestionar el control de la cadena de frío según la normativa existente
La gestión eficaz de la cadena de frío es un pilar fundamental para la conservación de productos sensibles a la temperatura. Esta gestión se sustenta en la implementación de normativas específicas y la adopción de buenas prácticas que aseguran la calidad e integridad del producto.
Si bien la normativa puede cambiar según el país y el tipo de producto, sin embargo, hay lineamientos generales que se deben cumplir, además de los propios desarrollados por la empresa.
¿Qué se necesita para una adecuada gestión del control de la cadena de frío? Los presentamos a continuación:
- Normativas vigentes según el país y tipos de producto: aunque pueden variar según la ubicación, generalmente se establecen parámetros sobre las temperaturas adecuadas durante el almacenamiento y transporte.
- Temperaturas permitidas: en función del punto anterior, estos son límites establecidos para garantizar la seguridad y calidad de cada producto.
- Equipos de monitoreo obligatorios: los dispositivos anteriormente mencionados. Su uso es ideal para registrar continuamente las condiciones ambientales del producto para conservar su integridad.
- Procedimientos operativos estándar (SOP): es necesario establecer y desarrollar los procedimientos detallados para cada etapa de la cadena, desde la producción hasta la entrega final.
- Medidas de control de calidad: estas deben incluir auditorías regulares, capacitación del personal y acciones correctivas a cualquier error.
El control de la cadena de frío depende de una logística eficaz
En el mercado actual la eficiencia y la calidad son más críticas que nunca, por ello gestionar la logística con altos estándares no es solo una opción, sino una necesidad imperante. Una gestión logística efectiva se traduce en cadenas de suministro optimizadas, reducción de costos y, lo más importante, clientes satisfechos.
En SKU Logistics entendemos la importancia de esta gestión y para ello te ofrecemos soluciones de software avanzadas para la gestión de almacenes que empoderan a las empresas para alcanzar la excelencia operativa. Contáctanos para saber cómo nuestras soluciones pueden transformar tu gestión logística.
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